El término afrodisíaco deriva del nombre de la diosa griega Afrodita que era la diosa que representaba el amor y la belleza. Los afrodisíacos se relacionan con experiencias olfativas, táctiles, inclusive hasta con la comida y las imágenes sugestivas.

¿Para que sirven?
Los afrodisíacos se conocen desde tiempos antiguos; durante siglos, en muchas civilizaciones existían ingredientes que se creían y se creen potenciadores de la libido. Los primeros registros de afrodisíacos provienen del antiguo Egipto; en la cultura árabe tenían mucho valor las fragancias y ese uso ha trascendido los años hasta la actualidad.

Está demostrado que un desayuno o una cena con buen ambiente y muy romántico puede producir una sensación de euforia que ayuda a elevar el sentido de bienestar emocional. Los alimentos y un buen ritmo relajante, un poco de incienso y algunas velas aromáticas provocan una sensación de que estimulan los sentidos: el oído, el tacto, el gusto, el olfato y la vista. Toda esa estimulación puede ser muy sugerente y ayuda a elevar la libido y proseguir a lo siguiente en la habitación.

ESTIMULANTES QUE AUMENTAN EL DESEO
Los frutos secos como la nuez, los pistachos, el piñón, la avellana y las almendras estimulan nuestro organismo, pero no debemos abusar de su consumo, mientras que en los vegetales que son estimulantes están el apio, cebolla, anís, pepino, clavo, soya, perejil, zanahoria y los espárragos.

Las frutas no suelen ser muy afrodisíacas por ellas mismas; también pueden ser de ayuda con algún complemento como el chocolate. Entre las más comunes están las uvas, las fresas, el plátano, el coco, los dátiles, arándanos, melón y el membrillo.

Entre otros alimentos, se tiene la creencia de que los mariscos, principalmente las ostras o mejillones, son los alimentos más famosos entre los afrodisíacos y que al consumirlos producen efectos poderosos sobre la libido; son una fuente rica en zinc, hierro y vitaminas del complejo B.
Mientras que los camarones o gambas son ricos en zinc, selenio y vitamina D, también son considerados como un ingrediente afrodisíaco por el sabor y la textura que contribuyen al aumento de la testosterona o estrógenos y proteínas que incrementan la función hormonal.

LOS ANTI-ÁFRODISIACOS
Así como hay alimentos que aumentan la libido, hay otros factores que disminuyen la euforia sexual, como pueden ser
1. Conflictos constantes y mala relación en la pareja:
Es normal que haya discusiones o diferencias en la pareja, pero cuando estas son muy constantes, tienden a afectar el libido y la pasión. El mal manejo de dichas discrepancias solo hará que sea mejor estar alejado de la pareja, por lo que es necesario conciliar y mejorar la relación para tener una mejor química sexual.
2. La constumbre o monotonia:
Es entendible que en relaciones que han durado tiempo llegue la monotonía por lo tanto, es complicado que haya un espacio o tiempo para realizar actividades íntimas o simplemente no hay la motivación suficiente. Por ello es necesario hablarlo con la pareja y darse el tiempo, el espacio para realizar nuevas experiencias, salir a nuevos lugares o, como coloquialmente se dice, salir de la rutina.
3. Medicamentos o antidepresivos:
Algunos medicamentos suelen tener efectos secundarios a nivel hormonal que suelen afectar el libido sexual; un ejemplo pueden ser los antidepresivos, por lo que es importante hablar con un especialista para consultar acerca del tratamiento y sus opciones.
4. No disfrutar el sexo:
Sin importar el motivo, el sexo poco placentero no da pie a que se repitan los encuentros, por lo que es muy importante ser honesto con la pareja y tratar el problema con un especialista.
5. Otros:
El uso de estupefacientes, el consumo de alcohol y de tabaco pueden tener ciertas complicaciones con el libido y problemas de disfunción; otra cosa que puede afectar la estimulación sexual puede ser un cuadro de ansiedad, depresión o estrés.
En casos así es mejor llevar una terapia o una consulta con un especialista en ese tipo de especialidades.
